13 de junio 2025, 15:19hs
Carmen Palomino
En exclusiva para Brok Studio, Silvina nos cuenta que tenía tan solo 18 años cuando comenzó a recorrer rutas acompañando a choferes de camiones de larga distancia, viajando desde Buenos Aires hacia Neuquén y Tierra del Fuego. “El mundo de los pesados y sobredimensionados empezó para mí muy joven. Desde chica me sentí atraída por esa fuerza y ese movimiento,” cuenta.
En 2001 se radicó en Comodoro Rivadavia y comenzó a trabajar como ayudante mecánica, siempre con camiones. De esa experiencia surgió el proyecto de incorporar el servicio de grúa para traslados, una herramienta que no existía en la zona y que hoy es fundamental para empresas y particulares. “Fue un desafío grande aprender hidráulica y tirajes, algo totalmente nuevo para mí. Pero me estimuló muchísimo combinar estrategia, fuerzas, gravedad y disciplina. Eso me motivó a dedicarme exclusivamente a la grúa.”
Silvina es consciente de que es pionera en este mundo de trabajo tan pesado, y eso la llena de orgullo por todo el esfuerzo que ha realizado durante años. “Aquí en la Patagonia soy la única gruista mujer que tiene a cargo este tipo de servicios, y hasta donde sé, no hay ninguna otra en toda Argentina. Nunca tuve impedimentos ni perjuicios por ser mujer. Al contrario, siempre me llevo muy bien con todos y trabajo a la par de cualquier hombre.” Solo en ocasiones alguna empresa le pidió documentación que certifique su habilitación, algo que considera normal y hasta divertido.
Su trabajo es intenso y requiere precisión absoluta. “Siempre voy con mi compañero que se encarga del traslado en ruta y la mecánica. Mi responsabilidad es la grúa, desde la contratación hasta el servicio en sí. Los traslados pueden ser de camiones o colectivos, donde el enganche y desenganche son delicados, pero los casos más complejos son las extracciones después de siniestros: sacar vehículos de banquinas, vuelcos, colisiones. Ahí hay que evaluar muchas cosas: el terreno, el relieve, el estado del suelo, el clima, la posición del vehículo y el peso de tiraje. Todo siempre con las medidas de seguridad para que el trabajo sea óptimo y seguro. Si te equivocás, todo se desmadra.”.
Además de la gran labor que realiza día a día, Silvina es madre y se desenvuelve en distintos ámbitos con la misma dedicación y entusiasmo. “Me dicen la multifacética: en casa soy una cosa, como mamá soy otra, y en el trabajo, al lado de hombres… ¡ah, no! Ni me conocés. En cada palabra, Silvina refleja seguridad y un carácter digno de admirar: "Nunca nadie se atrevió a acosarme o hacerme sentir inferior. Claro que alguna vez hubo comentarios machistas o fuera de lugar, pero tengo como una habilidad: nada me hace sentir menos. Siempre tengo algo que retrucar en el momento, y doy vuelta la cosa. Sé bien quién soy, lo que puedo y para qué estoy capacitada. Nadie me hace sentir chiquita. Soy muy segura de mí misma.”
Además de su rol gruista, Silvina tiene una gran pasión por el automovilismo, algo que la hace destacar aún más. “He sido jefa de equipo y concurrente durante muchos años en categorías como Hot Rod y Fuerza Limitada Santacruceña. Actualmente trabajo con Turismo Carretera Austral y Renault 12 Chubutenses, llevando a tres pilotos y a todo el equipo a mi cargo. Me encanta la música de los motores y la adrenalina que solo entienden los corazones fierreros.” Además practica otros deportes, aunque esos “los dejamos para la próxima,” bromea.
Para Silvina, el cambio en la presencia de mujeres en oficios tradicionalmente masculinos es claro y alentador. “Hoy se ven muchas mujeres en puestos que antes eran considerados solo para hombres y eso es muy bueno. Yo viví todos esos cambios y creo que ya no queda mucho camino por recorrer, solo pulir esos pocos pensamientos machistas o egoístas de que la mujer no puede.”
Su mensaje a la mujer es claro y fuerte, considerando que no hay obstáculos que una mujer no pueda vencer: “Ser mujer no te condiciona para hacer un oficio o tarea. Los límites los ponés vos. Si tu sueño es realizar un trabajo, este no tiene sexo. Se lucha, se aprende y si te equivocás, lo volvés a intentar hasta que salga. ¿Es rudo? Sí, mucho. Más de una vez vas a tener que usar la lógica en vez de la fuerza. Yo peso 68 kilos y a veces debo mover algo que pesa el doble, ¿cómo lo hago? Uso la grúa, jaja. No hay impedimentos, solo hay que buscar el modo y todo se puede lograr. Depende de vos y de la estrategia que apliques.”
Silvina es un ejemplo que inspira a todos, mostrando que la determinación y la pasión no entienden de géneros, sino de compromiso y coraje.