08 de abril 2025, 18:20hs
Carmen Palomino
Por las rutas de la vida y con el corazón puesto en cada acorde, Sergio Casihuil ha encontrado en la música y el ciclismo adaptado dos motores fundamentales para su existencia. Nacido en Río Mayo, pero con formación académica en Comodoro Rivadavia, Sergio es mucho más que un profesor de música: es un soñador incansable, un artista sensible y un ejemplo de perseverancia.
“Yo me recibí como profesor de música en el 2012 y en 2013 empecé a ejercer”, cuenta con orgullo. Su recorrido lo llevó de regreso a su ciudad natal. Actualmente trabaja en dos colegios primarios y en un secundario. Su jornada arranca temprano, desde las 7 de la mañana y se extiende hasta las 6 de la tarde, con el compromiso y la pasión intactos.
Pero no todo en la vida de Sergio gira en torno al aula. En sus tiempos libres, los fines de semana, encuentra en el ciclismo adaptado un espacio para reconectar consigo mismo y con la naturaleza: “Lo hago más que nada para despejarme, ver el paisaje y disfrutar, tener esparcimiento. Me encanta el ciclismo adaptado y agradezco a la persona que me lo hizo, un señor de Córdoba, y a las personas que se dedican a facilitarnos la vida a las personas que tenemos discapacidad”.
Su vínculo con la música, sin embargo, es anterior a los títulos y los escenarios: “Mi relación con la música es desde muy chico. Mis estudios se complementaron mucho más con la formación autodidacta que ya tenía. Uno nunca deja de aprender”, reflexiona, con la humildad de quien sabe que el aprendizaje no tiene final.
Gracias a su talento y entrega, la música lo ha llevado a lugares que nunca imaginó. Vivió experiencias inolvidables: “He viajado mucho, he tenido la posibilidad de hacer una gira por Francia con un grupo que se conformó con un ballet del sur, acompañando a bailarines. También tuve la posibilidad de irme de gira por México, siendo staff de un cuerpo de baile del sur”.
Durante su paso por Comodoro, fue parte de la banda Instrumental Peñero, con quienes recorrió festivales en todo el país: Catamarca, el Pre-Cosquín, Jesús María, Córdoba. También dejaron huella en cada rincón de la provincia.
“La música me ha llevado a conocer lugares que jamás pensé conocer, sobre todo gran parte de mi país, ha sido un regalo. Ha venido por añadidura, nunca busqué fama, Dios se ha encargado de ponerme en cada lugar que he ido y llevando la música”, afirma con emoción.
En cada palabra de Sergio hay gratitud, en cada paso hay entrega, y en cada nota que interpreta, una historia de lucha, arte y sensibilidad. Porque si algo lo define, es esa mezcla poderosa de esfuerzo, pasión y fe que lo hace avanzar —ya sea sobre un escenario o pedaleando por la vida.