28 de abril 2025, 14:24hs
Carmen Palomino
Vecinos del barrio Bella Vista Sur vivieron momentos de tensión el domingo por la mañana luego de que un grupo de adolescentes, aparentemente alcoholizados, provocara daños en viviendas y vehículos tras salir de una fiesta en un salón de eventos de la zona.
El hecho se registró alrededor de las 7 de la mañana sobre la calle Magdalena Güemes, cuando los vecinos fueron alertados por ladridos de perros y el sonido de la alarma comunitaria. Alejandro, uno de los damnificados, relató que al salir de su casa encontró que un grupo de jóvenes arrojaba piedras, rompiendo un ventanal doble de su vivienda.
“Logré interceptarlos en la esquina de mi casa y me sorprendió ver que eran, en su mayoría, menores de edad, algunos de apenas 12 años”, comentó Alejandro. Inmediatamente, junto a otros vecinos, llamaron a la policía. Sin embargo, el operativo fue insuficiente: “Cuando llegó el patrullero, los oficiales nos dijeron que no podían hacer mucho porque había un solo móvil disponible”, denunció.
El vecino radicó la denuncia en la Seccional Quinta de Policía, pero expresó su malestar por el accionar policial, ya que los adolescentes no fueron identificados ni se notificó a sus padres o tutores. Según manifestaron los propios jóvenes, provenían del salón de eventos «Don Nico». No obstante, al comunicarse con los responsables del establecimiento, Alejandro recibió como respuesta que no había evento oficial programado ese día y que el local no se responsabiliza por lo que sucede una vez que los asistentes se retiran.
Este episodio no es aislado: en diciembre pasado, en la calle paralela Chacoma, se reportaron hechos similares luego de otra fiesta en el mismo salón. “Estamos cansados de denunciar y que nadie haga nada”, manifestaron los vecinos, preocupados por la reiteración de estos incidentes.
Alejandro lamentó que los damnificados deban afrontar los costos de las reparaciones y reclamó mayores controles en los eventos, como la presencia de seguridad privada o efectivos policiales que prevengan el consumo de alcohol entre menores y su circulación sin supervisión. “Había una nena de 12 años llorando porque su hermano, apenas mayor, era quien debía llevarla a su casa. Dudo que los padres sepan dónde están sus hijos o qué hacen”, relató en diálogo con FM La Petrolera.
El reclamo vecinal exige tanto una mayor responsabilidad de los organizadores de eventos como una intervención efectiva de las autoridades para evitar que los hechos de violencia y vandalismo se repitan en la zona.