08 de mayo 2025, 14:33hs
Carmen Palomino
El mundo católico celebra un nuevo capítulo en su historia con la elección de Robert Francis Prevost como el 267.º Papa de la Iglesia Católica, quien a partir de hoy será conocido como León XIV. La tradicional fumata blanca apareció en el cielo de la Ciudad del Vaticano el 8 de mayo de 2025, indicando que los cardenales reunidos en cónclave habían llegado a un acuerdo.
Nacido en Chicago, Estados Unidos, en 1955, Prevost se convierte en el primer papa estadounidense. Sin embargo, su vínculo con América Latina —y particularmente con Perú— es profundo. Sirvió durante años como obispo de la Diócesis de Chiclayo, y en 2005 obtuvo la nacionalidad peruana, consolidando su compromiso con el país y su comunidad.
Antes de su elección al trono de San Pedro, Prevost ocupaba dos cargos clave en la estructura vaticana: prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Comisión Pontificia para América Latina. Su trabajo fue ampliamente reconocido por su enfoque pastoral cercano, su compromiso con las reformas eclesiásticas y su visión integradora del rol de la Iglesia en la región.
Con su elección del nombre León XIV, el nuevo pontífice revive una denominación que no era utilizada desde el siglo XIX, cuando León XIII asumió el papado en 1878. Esta elección simboliza, para muchos, una voluntad de continuidad con el pensamiento social y reformista que caracterizó aquel pontificado.
La designación de Prevost no solo representa un hecho histórico para Estados Unidos, sino también para Latinoamérica, una región donde ha desarrollado gran parte de su labor eclesiástica. Su llegada al pontificado refuerza el mensaje de una Iglesia cada vez más global, inclusiva y cercana a las realidades sociales de sus fieles.
Con una mezcla de emoción, esperanza y expectativa, fieles de todo el mundo celebran al nuevo Papa León XIV, cuya elección podría marcar un nuevo rumbo para la Iglesia en el siglo XXI.