16 de febrero 2023, 19:57hs
Matías Broca
Si bien todo el mundo sabe que es un gran musico de la zona, se considera un aprendiz diario de la musica. Leo Aranda es un muchacho de 26 años que nació en Comodoro Rivadavia y vivió una gran parte de su infancia en Sarmiento. Estudió en los colegios de Comodoro pero tenía un ida y vuelta particular entre la capital del viento y la ciudad de los lagos.
Ha tocado en bandas de Comodoro como Dejavu, Quinto Elemento y Otra Nota. A nivel nacional ha trascendido junto a la banda Kenanke que era conformada por ex músicos de Rafaga, con El Stylo junto a Diego Rios y hoy acompaña al historico Antonio Rios.
+ ¿Cómo nació el amor por la música?
- Me lo inculcó mi viejo. Él es nacido en Santiago del Estero y me crie escuchando musica, especialmente el folklore de Peteco Carabajal y Los Manseros Santiagueños. Creo que ahí empezó todo, yo era chiquito y a mi papá siempre le gustaba cantar. Él tenía un equipo Sony que era con casete y recuerdo patente que el grababa sus voces con el micrófono. A mí eso ya me llamaba la atención y me despertaba curiosidad, yo cantaba con él y después nos escuchábamos, el rebobinaba la cinta y para mí era como un juego. Recuerdo que iba al colegio y esperaba todo el día llegar a casa para juntarme a cantar y grabar con él. Creo que están las grabaciones donde él le dedicaba canciones a mi vieja jaja. Esos momentos a mí me dejaron marcado, ahí fue donde a mí se me despertó el amor por la música y pedí mi primer instrumento.
+ ¿Cuáles fueron tus primeros momentos musicales?
- En ese entonces, mi papa ya tenía un teclado Yamaha que era viejo pero en su momento era muy bueno. Yo lo apretaba el botón de ritmo y cuando salía la música a mí me súper divertía. Mi papá tenía un amigo llamado Ariel Castellano que yo considero mi primer profesor, es un músico muy reconocido del sur, fue uno de las voces de Los Lagos de Sarmiento. El me enseño los primeros acordes y la lógica de la música. También puedo decir que los primeros momentos musicales fueron en la escuela primaria, cuando recién estaba aprendiendo a los 7 u 8 había un piano de madera que estaba con candado. Esta anécdota nunca me la voy a olvidar, les decía a mis compañeros que levanten la tapa del piano para poder meter los dedos, les pedía por favor que no suelten porque me iba a apretar los dedos jaja. Era todo muy aventurero, sabíamos que nos estábamos mandando una macana y teníamos miedo que nos reten.
+ ¿Quiénes fueron tus influencias o ídolos?
- Nunca tuve un ídolo de decir “quiero tocar como tal”. Si desde chico fui muy abierto a todos los géneros musicales y traté de nunca cerrarme en algún estilo. Puedo escuchar desde el Folklore de los Manseros hasta una Salsa de Marc Antony. Hasta me he puesto a ver videos de Beethoven que son pianistas que marcaron una etapa en el mundo. Me gusta la cumbia, la bachata, el rock, el reggaetón, trap, blues, jazz, de todo.
+ ¿Cómo fue tu preparación a lo largo de los años?
- Me considero un aprendiz de la musica, nunca digo que soy músico porque todos los días se aprende algo nuevo, es raro escuchar a alguien que se sabe todo. Para mí es un camino y un idioma muy amplio donde siempre escucho y aprendo de los demás.
+ ¿En qué bandas has estado?
- Acá en Comodoro toque en Dejavu como corista y pianista cuando estaba en su mejor momento. En la primera banda que estuve en Buenos Aires fue Kenanke que era una banda de cumbia norteña fusionada con un estilo a lo Rafaga pero con trompetas, era un estilo nuevo y moderno para ese momento. Ahí tuve el agrado de telonear a Rafaga cuando estaba Rodrigo Tapari, puedo decir que toque con Diego Argañaraz que fue bajista y baterista de Daniel Agostini. En Kenanke tuve la posibilidad de conocer gente grosa de la música. Con el correr de los años conocí a Diego Ríos que fue el cantante de El Stylo con quien recorrimos Bolivia de punta a punta. Tuve que dejar la banda para una gira que caía durante las fiestas. Antes de volver en marzo, Antonio Ríos me llamó en Febrero para saber que había pasado y me propuso ser músico de la banda. Cuando volví a Buenos Aires tenía el puesto que me estaba esperando, hasta el día de hoy soy tecladista y corista de él. Acá en Comodoro actualmente estoy trabajando con el Quinto Elemento y Otra Nota. Son dos bandas que suenan increíblemente bien y son muy buena gente. Tocan músicos muy grosos como Martin Gutierrez que para mí es uno de los mejores tecladistas en la ciudad, Gonza Garay que tiene una voz única e inconfundible en el Quinto, Isaias Rey en batería y Gabi Rey en guitarras que eran del palo del rock y le dieron un sonido nuevo a los comerciales. Son dos bandas que trabajan en conjunto y comparten varios músicos. Brian Vidal en Otra Nota grabaron con la 2001 y les quiero mandar un saludo a todos ellos.
+ ¿Te imaginabas llegar a ese nivel tan profesional?
- Lo que no me imaginaba son todas las cosas lindas que me han pasado, me siento una persona bendecida, pero soy consciente del sacrificio, la constancia, el laburo y la garra que uno le pone. Soy una persona muy agradecida con Dios, con la vida y con las personas que me ha puesto en el camino. Siempre fui una persona que me enfoco en lo mio, trato de crecer, de aprender y de mejorar como músico, persona y compañero. No solo hace el músico el talento o el nivel que formas, es un conjunto de cómo es tu personalidad, de cómo sos con tu familia amigos y en la vida misma.
+ ¿Cómo es estar lejos de la familia?
- Es la parte más difícil y más dura que uno tiene que afrontar. Me fui de Comodoro hace 6 años y cada vez que me voy extraño a mi familia como el día 1. Cuando llegué a Buenos Aires tenía 18 años y me fui solo para probar suerte, capacitarme, crecer y estudiar. No tenía absolutamente nada, me fui con un bolso en mano, una valija de ropa y un teclado. No tenía mesas, sillas, cubiertos ni ollas, solo un colchón. Mi mamá me acompañó durante 5 días para ayudarme a ver dónde iba a estudiar, buscar algún laburo y conseguir un hotel. Mi vieja siempre fue de oro y de fierro, soy lo que soy gracias a Andrea Canculef y siempre se lo voy a agradecer. Ella me mantuvo durante un año y hoy gracias a Dios ya no es así. No tenía ni dónde comer y no me da vergüenza decirlo, tenía un mueble largo donde uno guarda cosas y lo volcaba contra el piso para usarlo de mesa, mi conservadora la usaba de heladera y de silla jaja.
+ ¿Cómo ves el presente de la movida comodorense?
- Lo que siento es que acá hay muy buen nivel, mucho talento, y muchos artistas increíbles de todos los géneros. Conocí gente que canta opera o lirico y quedas impresionado. Me gustaria que haya más unión y menos competencia. No hay que fijarse si un tema lo hizo otro, hay que brindar a la gente lo que salga del corazón. Debemos tratar de eliminar la rivalidad, eso es lo que no nos permite crecer como banda, músico o artista.
+ ¿Qué mensaje le darías a aquellos que están incursionando el arte de la música y las teclas?
- Yo les diría que estudien, que aprendan, que pregunten y que nunca nadie les haga sentir que no lo pueden hacer. Si no les sale o les cuesta tienen que saber que es un camino súper largo donde hay que recorrer, golpear puertas y nunca bajar los brazos.